▪ Nómina no agrícola: 1.37 millones (Banorte: 2 millones; consenso: 1.35 millones; previo: 1.76 millones; revisado: 1.73 millones)
▪ Tasa de desempleo: 8.4% (Banorte: 9.5%; consenso: 9.8%; previo: 10.2%)
▪ El sector privado sumó 1.04 millones de plazas, mientras que el sector público generó 344 mil empleos, de los cuales 238 mil se debieron a contrataciones temporales por el Censo 2020
▪ Los servicios añadieron 984 mil puestos de trabajo, destacando las actividades de ventas al menudeo y entretenimiento y hospedaje ante el relajamiento en las medidas de contención
▪ La tasa de desempleo bajó pronunciadamente a 8.4% desde 10.2% previo, a la vez que la tasa de participación subió de 61.4% a 61.7%
▪ Esperamos que la creación de empleos en septiembre sea ligeramente menor a la que se observó en agosto y anticipamos una nueva baja en la tasa de desempleo
▪ Hacia adelante, consideramos tres factores adicionales relevantes para el desempeño del mercado laboral: (1) El despido de las contrataciones temporales realizadas por el Censo 2020 a finales de septiembre; (2) las amenazas de las aerolíneas de que podrían correr o poner en licencia a cerca de 20,000 empleados y anuncios de empresas de otros sectores de que también podrían reducir su personal; y (3) el desarrollo de la vacuna para el COVID-19
El reporte del mercado laboral de agosto mostró una creación de 1.37 millones de empleos, en línea con lo estimado. En el octavo mes del año se crearon 1.37 millones de plazas, por abajo de nuestro estimado (2.0 millones), pero muy cerca de la expectativa del consenso de 1.35 millones y debajo de la creación de 1.73 millones de plazas del mes previo. Ante la reapertura de las economías de los 50 estados del país, las actividades que se vieron más afectadas por las medidas de contención empezaron a contratar gente, como se observó en los reportes de mayo y junio, después de la fuerte pérdida de plazas observada en abril. Sin embargo, la segunda ola de contagios ha puesto en riesgo la recuperación del empleo, ante la pausa en los procesos de reapertura en la mayoría de los estados. En este sentido, resulta muy positivo que se hayan seguido generado plazas en julio y agosto, pero destacamos la desaceleración respecto a los dos meses previos. En lo que va del año, la pérdida neta de empleos ha sido de 11.08 millones. En este contexto, el sector que generó el mayor número de plazas en el mes fue en servicios con 984 mil, donde la mayoría se concentró en las actividades relacionadas con ventas al menudeo –que agregaron 249 mil después de una creación de 236 mil el mes previo–, seguidas de los servicios de recreación y hospedaje, con 174 mil plazas tras los 621 mil empleos de julio.
Por su parte, el sector productor de bienes añadió solamente 43 mil, con el sector manufacturero en +29 mil. Destacamos que en el sector automotriz perdió 5.3 millones de plazas, después de reportar alzas en meses recientes. Los detalles por sector se muestran en la tabla a continuación.

La tasa de desempleo bajó sorpresivamente a 8.4% desde 10.2% previo. El dato estuvo muy por debajo de lo estimado de 9.8% de acuerdo con el consenso y nuestro 9.5%, regresando cada vez más rápido desde un máximo de 14.7% en abril (ver gráfica abajo). Esto fue resultado tanto del aumento de 3.8 millones de personas empleadas, como de una caída en el número de desempleados de 2.8 millones. Esto, en un contexto donde la fuerza laboral aumentó en 968 mil personas, con la tasa de participación subiendo de 61.4% a 61.7%. Después de que la gente dejó de buscar trabajo debido a la pandemia parece que ha empezado a hacerlo nuevamente ante la reapertura de la economía.

El avance en los salarios por hora fue congruente con lo que se observaba
antes de la pandemia. Cabe recordar que, en el cuarto mes del año, los salarios por hora se incrementaron sorpresivamente en 4.7% m/m, con lo que la tasa anual se aceleró de manera pronunciada al pasar de 3.4% a 8.0%, significativamente por encima de las expectativas. En nuestra opinión, esto se debió principalmente al efecto aritmético que la pérdida de empleos, la mayoría de ellos de bajos salarios, tuvo sobre el cálculo de esta métrica. En específico, dichas pérdidas se tradujeron en un mayor salario promedio para aquéllos que continuaron empleados. En mayo, ante el regreso de algunos de estos trabajadores al mercado laboral, se observó una caída de 1.1% m/m en los salarios por hora, con lo que la variación anual se situó en 6.6% desde 8.0% previo. Este regreso continuó en junio con una contracción de 1.3% m/m, con la variación anual en 4.8%. En julio, los salarios por hora mostraron una variación mensual de 0.1% m/m, un ritmo ligeramente menor a lo que se observaba antes de la pandemia, para acelerarse a 0.4% m/m en agosto, con la variación anual manteniéndose en 4.7%.
Impacto de la pandemia en las encuestas a los hogares y establecimientos. El BLS informó que la recolección de datos en ambas encuestas continuó impactada por la pandemia del COVID-19. La encuesta de los hogares –de la que se deriva la tasa de desempleo– se realiza comúnmente a través de entrevistas en persona y por teléfono, con las primeras no realizadas por seguridad. La tasa de respuesta fue de 70%, por arriba del 65% observado en la encuesta de junio, pero muy por abajo del promedio de 83% en los últimos doce meses previos a la pandemia. Las personas que aseguraron que no trabajaron durante la semana de referencia (del 9 al 15 de agosto) y que esperaban que fueran llamadas a sus labores, se clasificaron como desempleados o “desempleados temporales”. Como fue el caso en los meses previos, hubo un número elevado de personas clasificadas en esta categoría. Por su parte, se explicó que los errores de clasificación fueron mucho más pequeños en julio y agosto de lo que fueron en meses previos. También explicaron que, si los trabajadores mal clasificados se hubieran incluido, la tasa de desempleo habría sido 0.7pp superior a la que se reportó. Por su parte, en lo que se refiere a la encuesta de establecimientos, la tasa de respuesta fue alta y se ubicó en 77%, por arriba del promedio observado en los 12 meses a febrero de este año, lo que es una señal muy positiva para la precisión de los resultados, y que se explica principalmente del reinicio de actividades.
GRUPO FINANCIERO BANORTE S.A.B. de C.V.
Esperamos que la creación de empleos en septiembre sea ligeramente menor a la reportada en agosto. Con la apertura de los 50 estados, las empresas empezaron a recontratar trabajadores para poder reabrir sus negocios, como se observó en mayo y junio. Ahora, la segunda ola de contagios y el freno en el proceso de reapertura en la mayoría de los estados ha moderado la creación de empleos. Los indicadores de alta frecuencia, como los reclamos de seguro por desempleo, muestran relativa estabilidad en el mercado laboral, y de manera positiva hemos observado ya dos semanas con niveles debajo de 1 millón. Si bien este nivel es todavía muy alto relativo a las cerca de 200 mil solicitudes semanales que en promedio se reportaban previo a la pandemia, significa una mejoría respecto a un promedio de 1.18 millones en julio y agosto.
Estimamos que las solicitudes permanecerán alrededor de 900 mil en las próximas semanas y que la creación de empleos en septiembre será ligeramente menor a la que se observó en agosto, mientras que esperamos una nueva baja en la tasa de desempleo. Hacia adelante, consideramos tres factores adicionales relevantes para el desempeño del mercado laboral: (1) El despido de las contrataciones temporales realizadas para el Censo 2020 a finales de septiembre. En el 2010, el censo sumó 410,000 empleos en mayo y cayeron en la misma magnitud en los siguientes dos meses. Este año, la contratación por el Censo empezaron más tarde debido a la pandemia y el número de empleados para este fin fue menor porque se buscó que las preguntas se respondieran en línea; (2) las amenazas de las aerolíneas (American Airlines, United Airlines) de que podrían correr o poner en licencia a cerca de 20,000 empleados, y los anuncios de otras empresas de otros sectores de que también podrían reducir su personal (Ford y Bed Bath and Beyond); y (3) el desarrollo de la vacuna para el COVID-19. El CDC ha pedido a los estados que se preparen para una distribución limitada de la vacuna a partir del 1 de noviembre. De ser así, un entorno de mayor tranquilidad podría inclusive acelerar la actividad económica y la contratación de empleados.
Katia Goya
Subdirector Economía Internacional
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