Skip to main content

Las olas del mar profundo – Entrevista con Kim Catechis

Extracto

El estratega en inversiones, Kim Catechis realiza una analogía muy interesante, entre las olas del mar, la economía y los mercados financieros en el mundo. Él menciona que las olas de mar se crean a profundidades superiores a los 200 metros, sin embargo, su movimiento se amplifica, cambiando de velocidad y rumbo según lo que se encuentran adelante y eventualmente aparecen como olas que vemos en la superficie. Lo mismo pasa en la economía y en los mercados, existen factores que vienen de muy lejos, pero son pieza clave para las carteras de los inversionistas.

La primera ola que aborda es la demográfica, en donde comparte que países como Estados Unidos, China y los que conforman la Unión Europea, han sido los responsables del crecimiento global en los últimos 25 años. Sin embargo, estos países están envejeciendo y esto será un problema serio en los próximos años. Esto es importante porque existe una correlación entre crecimiento económico y crecimiento de la población, a lo que se denomina dividendo demográfico.

Esto se puede explicar de la siguiente manera; si un país comienza a jubilar a la mano de obra que impulsó el crecimiento, el índice de natalidad está decayendo y los jóvenes que salen de las universidades no están preparados para ser mano de obra sino para ser profesionales, esto creará una dependencia.

Con el paso de los años, la población continuará envejeciendo y se incrementará el porcentaje de personas que no trabajan por dos razones; los jubilados y los jóvenes y niños que se encuentran en el colegio. En Europa una tercera parte de la población se categoriza como no activa económicamente y esta tasa de dependencia será del 50% de la población en 20 años. México se encuentra todavía en la etapa temprana de este fenómeno. 

En segundo plano de análisis está la ola geopolítica. La política económica se utiliza cada vez más como herramienta de apoyo a la agenda política, esto quiere decir que el número de restricciones comerciales aumenta en todo el mundo. Entre 2008 y 2019, previo a la pandemia, EUA, India y Rusia, fueron los países que más medidas proteccionistas adoptaron y no tienen urgencia en reducir las restricciones comerciales.

Esto no es un panorama igualitario, ya que los países más pobres siguen sufriendo debido a dichas restricciones, mientras que los países desarrollados se han visto beneficiados por la regionalización de las cadenas de suministros, los cuales ya presentan signos de recuperación después de 2 años de haber iniciado la pandemia. Esto significa un freno a la actividad económica de los países en vías de desarrollo.

Como tercera ola, y una de las más importantes, está la tecnológica. En los años 80 cuando la industria y la economía de un país comenzaba a fortalecerse, para continuar con ese crecimiento el país precisaba de mano de obra, la cual encontraba en la inmigración. Los inmigrantes son jóvenes con aspiraciones y voluntad de trabajar. El país al que ingresan, tiene puntos positivos ya que esta mano de obra es gratis, no se ha pagado nada por ella como educación o salud. Sin embargo, hoy en día ningún gobierno del mundo impulsaría, dentro de su proyecto de nación, la entrada de millones de nuevos inmigrantes.

Es por ello que, la inversión para transformar procesos está incrementando. Al adoptar la tecnología y la automatización se está reduciendo el riesgo de errores, se optimiza el tiempo y los recursos de una empresa, lo que da como resultado, ganancias en productividad. Los países que hoy en día están apostando por la automatización de dichos procesos son los mismos que comienzan a envejecer, debido a que la mano de obra comienza a encarecerse por la falta de trabajadores.

Estos países necesitan tomar acciones para controlar el ritmo con el cual se van implementando los robots o la Inteligencia artificial. Una de estas acciones está en el marco legal, ya que en muchos casos no existe el marco legal que permita la entrada y sobre todo, el uso de las nuevas tecnologías. Por ejemplo, un carro que se conduce por sí solo; la tecnología existe, pero no su uso no es permitido en la mayoría de los países debido a que su marco legal no está adaptado.

La deuda de los países es otra ola que se debe analizar muy de cerca. A 2 años de que inició la pandemia, la respuesta gubernamental de muchas naciones ante esta crisis, impulsó un aumento de su deuda. Países desarrollados, que tenían medios para aumentar su endeudamiento, han elegido hacerlo. Mientras que países con mercados emergentes y en desarrollo, que no podían aumentar su endeudamiento, al final lo han hecho debido a la situación.

Solo dos países tienen la deuda pública más baja, que la que tenían hace 20 años. Rusia y Nigeria. El país africano ha controlado mucho su deuda porque necesita incrementar la calidad de su standing, para poder financiarse a más bajo costo. 

Mientras que países como Japón han incrementado enormemente la deuda que tenían hace 20 años. Esto es un caso especial porque el Banco Central tiene 46% de la deuda del gobierno de Japón que está emitida por el inversor extranjero, y menos de 15% del mercado está en la deuda gubernamental.

Pasando a la ola de los impuestos, las opiniones parecen estar en un punto de inflexión en muchos países; deberíamos esperar a que evolucionen materialmente en un movimiento para cerrar lagunas fiscales y abordar la desigualdad. Las tasas de impuestos a empresas han ido han caído en los últimos 20 años, alrededor de 25 a 30%. Mucha gente habla que eso ha sido muy importante para la apreciación de las carteras de inversión.

Hoy en día, después de 2 años de pandemia y más de 30 años de globalización, vemos que el nivel de desigualdad que existe económica y socialmente en muchos países del mundo se ha achicado. Es el momento de pensar cómo replantear la filosofía del pacto social. Un individuo paga impuestos para que el estado le ofrezca seguridad y estabilidad. Si esta persona retrocede socioeconómicamente y el vecino está avanzando, esto creará ansiedad, incertidumbre y conflicto a mediano plazo.

La ola del cambio climático es sin duda, un factor muy importante que traerá consecuencias importantes para los mercados financieros y afectará directamente el mundo de las inversiones y los activos de inversión sostenible, si no se atiende en los próximos años. Con el tiempo, las empresas que se vean involucradas en las acciones para revertir el cambio climático serán cada vez más, esto seguirá creciendo y con el tiempo se van a producir cambios en lo que llamamos estilos de inversión, basados en la calidad.

Antes, se tenía la idea que una empresa de calidad era una empresa que durante la última década habría tenido buenos resultados. Pero, hoy en día también se tiene que considerar que sea una empresa líder en todo el ámbito de sustentabilidad. Esto, inclinará la balanza en las carteras de inversión y abrirá el mercado a más empresas verdes.

Estás olas que Kim expone, afectan a prácticamente todas las industrias del mundo y es muy importante tener las mentes abiertas para saber detectar oportunidades y estar prevenidos ante los cambios que puedan provocar en el mundo de las inversiones. Te gustaría conocer más sobre la Olas del Mar profundo y la visión de Kim Catehcis, entonces ingresa AQUÍ y ve la entrevista completa.

Luego de una interesante analogía entre las olas del mar profundo, la economía global y los mercados financieros, el reconocido estratega en inversiones, Kim Catechis, nos comparte su visión sobre cómo estos factores influirán en el cambio geopolítico-económico de los países dentro de los próximos 20 y 30 años. 

¿Mi país está preparado para las olas que vienen? 

Empezando por la ola del tema demográfico, Kim señala que, a nivel de equilibrio de género, en América Latina no se tiene este problema, ya que los países de esta región tienen el número de hombres y mujeres equilibrado. Mientras que, en países asiáticos esto sí es un problema, como por ejemplo la India, que tienen 108 chicos por 100 chicas, y esto en 30 años puede crear importantes problemas sociales.

Mientras que, en el ámbito de la educación, es un punto débil para todos los países del mundo, esto se debe a que vendrá una ola con nuevas tecnologías, lo que demandará el desarrollo de nuevas aptitudes, por lo cual se necesitará capacitar a los trabajadores. Entonces, no se necesitan millones de doctorados, lo que se necesita es una población entrenada, capaz de entender y controlar las funciones de un robot.

Uno de los aspectos que señala Kim como los más importantes es el tema de la tecnología, y destaca que la mayoría de los países de Latinoamérica están por debajo de la media a nivel de conocimiento tecnológico en la población, implementación tecnológica en la economía, etc. Recalca que son cosas que agregarán una gran ventaja competitiva al país que logre desarrollar este rubro, en los próximos 10 años y esto lo impulsará en 20 o 30 años. 

Aunque Kim señala que las olas son interdependientes y que una no necesariamente impacta una sobre otra, él cree que hay dos principales olas que pueden tener mayor injerencia en los próximos años y son: la tecnológica y el cambio climático. Sobre ésta última, señala que es algo que se impone y puede llegar a actuar como catalizador de riesgos.

Uno de los claros ejemplos, en donde el cambio climático acentúa o empeora el perfil de riesgo geopolítico, es alrededor del agua. Existen diez zonas en el mundo donde los ríos cruzan fronteras y de estos diez, tres están considerados como los más agudos a nivel de riesgo geopolítico, y uno de ellos se encuentra en la frontera entre la India y Pakistán.

Entonces, ¿cuál es el gran mecanismo de transmisión de este riesgo? Entendemos que la agricultura es el sector económico número uno de la India y, además, es el sector que más emplea a los jóvenes con poca educación; esto es importante porque en la India, un 34% de los chicos y chicas terminan la secundaria. 

El cambio climático está haciendo que incremente la irregularidad de las lluvias lo que impacta las épocas de plantación, el resultado: la agricultura cada vez está más vulnerable, lo que implica que llegará un día en el cual, estos chicos no tendrán trabajo, y no solo está el efecto económico, sino el hecho de que, del otro lado de la frontera, también tendremos a jóvenes en la misma situación. 

Por ello, Kim señala que es muy importante comenzar a actuar para reducir el impacto de las olas del cambio climático y tecnológico. Por ejemplo, el gobierno no puede afectar a corto plazo al cambio climático, tampoco se puede afectar la velocidad con la cual se adoptan las nuevas tecnologías. Lo que sí puede hacer el gobierno, es cambiar el marco legal para facilitar la adopción de ciertas tecnologías. 

Lo anterior, abrirá nuevas oportunidades de inversión, por ejemplo, en el tema del cambio climático, se crearán oportunidades de inversión en tecnologías verdes y en empresas verdes. El problema de eso es que todo el mundo tendrá la ansiedad de mejorar su portafolio con estas empresas consideradas “verdes” y nos despertaremos un día y veremos qué las valoraciones se han pasado de la lógica con precios extremadamente altos. 

Un inversor paciente, conocedor del tema, podría entrar a una empresa que no es verde hoy en día, pero que está en una trayectoria que se va a poner verde. Por ejemplo, imaginemos una empresa verde, en donde en una escala de uno a diez, pasa de 7 a 8 en apreciación de sus acciones. Mientras que, una empresa que pasa de 4 a 6 y que no es completamente verde, da un paso superior en importancia y apreciación de sus acciones. Ahí es donde el mercado empezará a distinguir cuál es el paso que vale más, en términos de apreciación de la cartera. 

Por otro lado, en ejemplos de impacto inmediato, el confinamiento nos ha demostrado el valor de la tecnología existente y que no hacen falta nuevas innovaciones de momento. Por ejemplo, antes del 2019, si una persona quería ver a su médico, solicitaba una cita y hacía una fila de espera. Hoy en día se puede llamar a la aseguradora, te canalizan con un médico a través de una videoconferencia y esto es mucho más eficaz en cuanto a tiempo y recursos.

Hoy en día, para montar una empresa se tiene que analizar los puestos que en la actualidad se pueden eficientar gracias a la tecnología. Pero también, menciona que se tiene que aceptar que hay puestos que las máquinas jamás podrán reemplazar, y son todos aquellos que tienen trato directo con las personas, lo cual brinda un acercamiento hacia el cliente. 

Por último, Kim destaca que en el caso específico de México ve solidez con relación a las olas que están por venir. 

En el aspecto económico, menciona que es un factor positivo tener a Estados Unidos como socio comercial. El desafío de México es el tema socioeconómico; es una población grande, de gente muy trabajadora que quiere ser productiva por cultura y es por ello que el problema podría estar en la educación. Conseguir que México mejore la educación media de sus jóvenes, que hoy salen del colegio, es lo que determinará la ubicación de en dónde va a encontrarse dentro de 30 años o 20 años.

Lo otro positivo que tiene México está en su perfil demográfico. Esto es bueno por la relación y cercanía que tiene con Estados Unidos y Canadá, ya que estos dos países están sufriendo del mismo problema que la Unión Europea y del cual hablamos al principio: su población está envejeciendo, no están generando mano de obra, les hace falta gente joven y capacitada. 

En conclusión, si México consigue llevar a un grado superior la media de educación de sus trabajadores, tiene toda la ventaja de estar situado geográficamente a un lado de los mercados de consumo más importantes del mundo, que es Estados Unidos. México tiene ventaja económica, demográfica, geográfica y geopolítica, y lo único que tiene que hacer es aprovecharlas.

©2023 BANORTE SECURITIES. ALL RIGHTS RESERVED